Líder, liderazgo y gerencia

Con frecuencia en ambientes empresariales se escucha hablar de liderazgo, y no por casualidad los interesados en el éxito mantienen constante vigilancia, obviamente interesada, en la evaluación de lo que tienen y lo que podrían tener, sin embargo, tal vez sin reflexionar sobre el concepto y sus implicaciones.

Más que por tradición a citar celebridades, salvo mejor criterio, la definición de Peter Drucker (1909-2005), tan simple como sencilla, tiene la virtud agregada de distinguir algunos rasgos que históricamente han hecho confundir, con resultados catastróficos, a tirios y troyanos a la hora de elegir a un líder.

"No se trata de una personalidad magnética, eso puede ser solo facilidad de palabra. Tampoco de hacer amigos o influir sobre las personas, eso es adulación. El Líder logra que las miradas apunten más alto, que la actuación de la gente alcance el estándar de su potencial y que la construcción de personalidades supere sus limitaciones"

El talento personal del líder así como el colaborativo empresarial, su medición e impacto en las sociedades económicas, es el ingrediente, valorado en la actualidad, como básico y fundamental para el éxito, crecimiento y prosperidad institucional. El grupo económico que lo atrae, lo desarrolla y lo retiene, a mediano y largo plazo presentará cuentas, desde todo punto de vista, favorables para sus administrados y sus intereses colectivos. Los que repelen el talento y sus virtudes lo que cosechan, mucho más a corto plazo, es pobreza y desafección de propios y relacionados. Los subordinados directos, sus gerentes y directores, inician una diáspora que busca mejores ambientes y contexto laboral. Ese recurso humano, en ocasiones formado con costo para la empresa, difícilmente regresa, ¿por qué se van?

El Índice Global de Competitividad del Talento hurga en esos aspectos básicos: capacidad para habilitar el talento, atraerlo, hacerlo crecer y retenerlo. Además de evaluación de las destrezas y técnicas demostrables. Es decir, las cuatro primeras dependen del tipo de administración y del entorno empresarial por ella creado y solo las otras dos, dependen de las personas. Desarrollar y consolidar un cuerpo gerencial alineado con las políticas de una empresa, en especial, cuando esta ha abandonado el sendero del éxito, no se logra por casualidad ni en ello interviene el azar, ni siquiera la tan manoseada buena voluntad. Se requiere de profesionales altamente calificados, con demostrada capacidad, dimensionada según el caso, que sean aptos para acompañar al líder de la organización. La experiencia ha demostrado que estas cualidades no se sustituyen, ni de lejos, por relaciones familiares y/o de amistad con socios en general ni administradores en particular.

Sun Tzu, maestro de la estrategia, señalaba: "Si un líder es sabio, podrá reconocer los cambios de las circunstancias y actuar de acuerdo". Una empresa que no se adapte a las circunstancias fenecerá más pronto que tarde, pero esa capacidad de adaptación deviene del liderazgo y de la precisa observación del medio social que lo rodea, para adelantar las medidas necesarias antes que sea arropado por modificaciones reales y peor, permanentes. Si se desea un ejemplo actual que demuestra la importancia de la adaptación empresarial dirigida por un Líder, es el de Steven Paul Jobs (1955-2011).

Edmond Dantès.

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