"Otra victoria como ésta y volveré solo a casa"(1)
Comúnmente al utilizar el adjetivo "pírrico", solo se tiende a tener en cuenta las pérdidas en las que se incurre para ganar una contienda, obviando las del oponente. Realmente, lo sustantivo es que TODOS pierden. Sin embargo, en lo que concierne a la reciente elección de la junta directiva, los que más pierden son los que delegaron su voluntad, otorgando poderes, sin interesarse en un mínimo examen de los resultados de la gestión administrativa de los que aspiraban a la reelección.
Ellos, los socios, "eligieron", demostrando que ningún conglomerado, por profesional que sea, y por más tradición científica que cargue a sus espaldas, es inmune al engaño y a la demagogia. Con su "voto" ratificaron el menguado papel que desempeñará la institución en el concierto de las de su clase y éste, por cierto, no tiene nada que ver con el que se había alcanzado. Por el contrario, los resultados continuarán calcando los de los dos años próximos pasados, ratificándose fehacientemente lo pernicioso del discurso que promete soluciones rápidas y sencillas a situaciones complejas; para, más temprano que tarde, sucumbir ante la catastrófica realidad de las evidencias: contracción y deterioro sistemático de la operación, deficit sostenido y masiva pérdida patrimonial.
¡Pareciera que al igual que en el continente de donde se es contenido, estuviésemos condenados a repetir los ciclos perversos que lo definen!
Lord Wilmore
1. Pirro (318 - 272 a.C.)